jueves, 25 de septiembre de 2014

Actividad para logra una mejor concentración

Desarrollar la capacidad resolutiva en los niños con TDAH.


Cuando hablamos de capacidad resolutiva nos referimos a las estrategias con las que cuenta una persona para hacer frente, de la manera más adecuada, a determinadas situaciones.
En el caso de los niños con TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), su manera de afrontar estas situaciones es más difícil y compleja debido a las carencias que presentan en determinados aspectos o habilidades:
Análisis de la situación.
Cuando nos enfrentamos a una situación determinada que nos supone, en mayor o menor medida, una dificultad, lo primero que tenemos que hacer es analizarla, ver a qué nos enfrentamos, para poder hacerle frente de l mejor manera posible. En el caso de los niños con TDAH, debido a una serie de aspectos determinados como la impulsividad y la falta de reflexión, a menudo se enfrentan a dichas situaciones sin la habilidad para poder analizarla en su conjunto.
Control de los impulsos.
La habilidad para controlar los impulsos y recapacitar antes de actuar, es otro aspecto afectado en los niños con TDAH. Debido a ello, en la mayoría de las situaciones problema a las que se enfrentan terminan actuando de una manera equivocada y precipitada, de la cual a menudo terminan por arrepentirse.
El control de la conducta.
Tan relacionado con el control de los impulsos. Como sabemos, la conducta de los TDAH va unida a su nivel de control de la impulsividad. Si un niño no controla los impulsos y se deja llevar por el primero que `le viene a la cabeza`, es muy probable que en la mayoría de las ocasiones la conducta que lleve a cabo no sea la más adecuada.
                           TDAH CAPACIDAD RESOLUTIVA
Habilidades sociales y personales.  
Evidentemente, juegan un papel fundamental en la resolución de conflictos y en la búsqueda de alternativas, puesto que las estrategias personales con las que cuente cada niño serán imprescindibles. La empatía, el reconocimiento de sentimientos propios y ajenos, etc. son claves para poder analizar las situaciones de la manera más adecuada.
La perseverancia.
No tirar la toalla es fundamenta. En ocasiones, los niños con TDAH se escudan en el `no puedo`, `no lo voy a conseguir`, como escudo para no fracasar. Evidentemente, sobre lo que hay que trabajar es sobre la perseverancia y los errores. Hacerles ver que si no lo intentan, nunca podrán lograrlo, pero que si lo intentan y fracasan, podrán aprender de los errores y no volver a cometerlo en un futuro en una situación similar.
El esfuerzo.
Igual que en el punto anterior, es imprescindible evitar la apatía y centrarse en el esfuerzo como el camino para la obtención de una recompensa, sea del tipo que sea. Tarde o temprano el esfuerzo que realizan los niños se ve recompensado, lo que hará que, por ende, aumente su autoestima, un aspecto fundamental para potenciar todo el resto de aspectos en los que presentan carencias.
La motivación.
La motivación juega un papel fundamental puesto que es el motor que debe mover todos los impulsos de los niños. Deben estar motivados para superarse a sí mismo, para conseguir avanzar y alcanzar los objetivos que se propongan.
El autocontrol.
Que los niños con TDAH aprendan a controlarse es imprescindible, puesto que es un aspecto importante que va a influir en su capacidad resolutiva. Dotarles de estrategias y pautas para que puedan autogestionarse va a ser fundamental para la mejoría.
La impulsividad.
Tan característica de los TDAH, es un aspecto prioritario para la intervención. El dotarlos de estrategias como las autoinstrucciones les facilitará el ir controlando su impulsividad y mejorando este aspecto.

Desarrollo de la actividad.
Su nombre es `Lección en las nubes` y con ella buscamos la mejora en la búsqueda de soluciones y alternativas.
Los objetivos que perseguimos con la actividad de hoy son:
  • Aprender estrategias que poner en práctica en situaciones problemas.
  • Trabajar sobre el concepto de la perseverancia vs. abandono.
  • Identificar emociones por el comportamiento de las personas.
Por el material que hemos empleado, la actividad está recomendada para niños de 8 a 12 años, por lo que se ha diseñado teniendo en cuenta las características y nivel madurativo de los niños en esta franja de edad.
En su desarrollo intervienen multitud de factores, por lo que comenzaremos analizando la importancia y el porqué de aprender a adquirir destrezas para la búsqueda de soluciones. Para ello debemos conocer las dificultades personales de cada niño, para poder centrar la intervención lo máximo posible y hacerla de la forma más personalizada que podamos. Será importante que aprecien la necesidad de ser perseverantes y constantes para la consecución de los objetivos.
Continuaremos la actividad con el visionado del vídeo `Lección en las nubes`, sobre el que realizaremos una serie de preguntas para comprobar el nivel de comprensión alcanzado respecto a él.
  • ¿Le ocurre algo `malo` al niño?
  • ¿Qué sienten los personajes cuando se rompe el hacedor de nubes?
  • ¿Cómo identificáis lo que sienten si no hablan?
  • ¿Qué intenta el niño en un primer momento?
  • ¿Consigue arreglarlo?
Entre las actividades de comprensión iremos intercalando cuestiones y razonamientos correspondientes a todos los aspectos que queremos trabajar, por ejemplo:
  • ¿Qué es la perseverancia?
  • ¿Ha sido perseverante el niño o ha abandonado ante las dificultades?
  • ¿Se ha esforzado?
  • ¿Qué hubieseis hecho vosotros en su lugar?
Uno de los apartados más importantes de la actividad es involucrar a los niños en las pautas que deben seguir para la búsqueda de soluciones a un problema. Para ello, van a ir analizando los pasos que deben seguir, y después llevaremos a cabo un roll-playing de una situación determinada para que lo pongan en práctica.
  • Paro: cuando el niño se cae sobre el hacedor de nubes, se levanta y observa el entorno (abuelo, instrumento, nubes, etc.)
  • Miro: observa al abuelo, lo que ha provocado su caída?observa otra vez analizando la situación.
  • Decido: al tener en cuenta todos los factores, decide diferentes soluciones que, aunque no provocan las mismas nubes que antes, también sirven para el propósito que tenía.
  • Sigo: sigue intentando diferentes alternativas, comprobando de que manera puede resultar más eficaz lo que ha decidido como alternativa.
  • Repaso: siempre es importante repasar para comprobar la efectividad, y darte cuenta de que has superado un problema y has sacado una alternativa
Finalizaremos la actividad con una reflexión sobre los conceptos que se han adquirido, como los pueden llevar ellos a la práctica y en qué situaciones.

Rocío Meca Martínez.
Especialista en Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH):
es un síndrome de la conducta o un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.
El déficit de atención con o sin hiperactividad es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por déficit de atención, impulsividad e hiperactividad en exceso.
    A pesar que se trata de un trastorno muy frecuente en la infancia, y que desde hace bastante tiempo es objeto de interés por parte de muchos especialistas, hasta la actualidad no se llega a precisar la etiología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
   Las tendencias actuales de los estudios biológicos proponen que los niños con TDAH tienen un desbalance bioquímico o niveles bajos de neurotransmisores que controlan el sistema atencional, la cual se debería a una disfunción o deficiencia en la maduración cerebral. Para algunos autores el déficit es a nivel de las catecolaminas, por lo que las drogas utilizadas aumentan la cantidad de catecolaminas disponibles en el cerebro . Otros datos sugieren un déficit de dopamina en las regiones críticas del cerebro, lo que afecta la eficiencia con la que el cerebro regula la conducta (Fowler et al. 1992), lo que supone una mejoría con el consumo de estimulantes como las anfetaminas.
   Entre otros factores etiológicos destacan el factor neurológico, genético, prenatal, y la influencia del medio ambiente, a pesar que dichos factores han demostrado su influencia en la falta de atención y la actividad motora excesiva, ninguno de ellos se confirma por separado como responsable único del trastorno
 Factores neurológicos.- A partir del hecho que una lesión cerebral origina determinados efectos que dan lugar a múltiples trastornos psicológicos y psiquiátricos, se ha investigado hasta que punto los niños con déficit de atención e hiperactividad presentan alteración cerebral estructural, demostrando que aunque se admite que las alteraciones en la estructura del cerebro originan efectos psicológicos, estos son inespecíficos, las pruebas neurológicas actuales no permiten aún identificar un mal funcionamiento cerebral asociado de manera exclusiva al TDAH (García y Magaz, 2000), de modo tal que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad  no tienen  síntomas claros de haber sufrido lesiones cerebrales, y los que si presentan daño cerebral constatado, solo un porcentaje de ellos presentan TDAH (Moreno, 1995).
   Así, estudios realizados para determinar la prevalencia del TDAH en una muestra de 99 niños en USA entre 4 y 19 años de edad que padecían de daño estructural cerebral moderado y severo, hallaron que después de transcurrido un año, solo el 20% de ellos cumplieron con los criterios diagnósticos del TDAH, detectados a través de entrevistas estructuradas y cuestionarios, estas personas presentaban a su vez un mayor grado de agresión, adversidad psicosocial y labilidad emocional que el grupo que no desarrolló el cuadro de TDAH (Gerring, Brady, Chan, Vasa, Grados, Bandeen, Bryan y Denakla, 1998).
* Factores genéticos.- Los estudios también apuntan hacia un origen genético del Trastorno por déficit de atención, sugerido a partir de los resultados de distintos trabajos desarrollados en familiares de niños que padecían dicho trastorno, los cuales revelan la influencia de factores familiares de riesgo, de tipo genético. Se sabe por estos estudios que la incidencia de los trastornos de ansiedad, TDAH, conducta antisocial, alcoholismo y trastornos de tipo afectivo son más comunes en familiares de niños con TDAH.
   Un estudio realizado en familias negras americanas demostró que el TDAH fue significativamente mayor en parientes de primer grado de niños que padecían el trastorno, además los familiares de estos niños tuvieron mayor riesgo en desarrollar conductas oposicionistas y desafiantes, adicción a sustancias, ansiedad, depresión y personalidad antisocial (Sammuel, George, Thornell y Curtis, 1999), resultados similares se obtuvieron de estudios realizados por el Departamento de Psicología del estado de Michigan en una muestra de niños que cumplían los criterios  diagnósticos del TDAH y que habían sido seleccionados de un grupo de niños con desorden antisocial, estos niños tenían madres con mayores episodios de depresión y síntomas de ansiedad, y padres con una historia de TDAH en su infancia (Nigg y Hinshaw, 1998). Otros estudios indican que el alcoholismo de los padres está asociado a una predisposición creciente en desarrollar TDAH, pero también  desordenes de conducta y de ansiedad en sus hijos (Kuperman, Schlosses, Steven, Ledraly y Reich, 1999).
   Lahey (1989) estudió la personalidad de madres biológicas de 100 niños entre 6 y 13 años de edad con desórdenes de conducta, 22 de ellos con TDAH, aplicando el Inventario multifacético de Personalidad de Minnesota (MMPI) a las madres, no encontró asociación significativa con las puntuaciones elevadas del MMPI, concluyendo que en lo que respecta a la personalidad de las madres, no existe relación significativa alguna con el trastorno por déficit de atención con  hiperactividad.
   Por otro lado Anicama et al. (1999) en un estudio realizado en una zona urbano marginal de Lima en una muestra no clínica de 96 díadas madre – hijo, y utilizando las escalas EDDA y la escala UTHA adaptada a dicha zona, no halló asociación significativa entre los trastornos por déficit de atención entre padres e hijos
   Otros autores basados en estudios realizados en gemelos, proponen que existen dos maneras mediante las cuales los factores genéticos influyen en el desarrollo del TDAH, a través de la predisposición para un retraso en la maduración, y mediante la formación del tipo de personalidad (Steffensson, Larsson, Fried, El-Sayed, Rydelins, Lichtenstein, 1999).
  La influencia genética viene siendo reforzada por las investigaciones en dicha área, las cuales estiman la existencia de un gen mayor que explica más del 99% de la heredabilidad, asumiendo un bajo aporte del componente ambiental a la etiología del TDAH (Lopera, Palacio, Jiménez, Villegas, Puerta, Pineda, Jiménez y Arcos, 1999). La alteración genética propuesta estaría en los alelos que codifican las proteínas reguladoras de la actividad de los receptores D2 y D4 para la Dopamina, y que activan las enzimas que transforman la dopamina en noradrenalina (Ardila et al., 1997).
   No obstante la mayoría de los especialistas indican que es difícil aislar en todos estos estudios la influencia que ejerce elambiente familiar y social, por lo que es muy posible que hijos de padres con trastornos psicológicos muestren mayores problemas porque viven en un  ambiente social mucho más problemático.
 Factores Ambientales.- Dado que algunos niños con antecedentes biológicos y/o genéticos no desarrollan problemas de conducta, se ha estudiado la influencia que en la aparición del TDAH desempeñan las variables familiares y sociales como el nivel socio económico, las condiciones de vida y de trabajo de los padres, estilos educativos, recursos materiales y el medio escolar.
  Los efectos psicológicos que tiene sobre la familia un nivel socioeconómico desfavorable y circunstancias sociales adversas, así como pautas educativas se relacionan con los problemas de conducta que puedan presentar los niños y adolescentes. Los niveles sociales más bajos se asocian  a normas más rígidas que destacan la sumisión del niño a la autoridad de los padres, quienes adoptan métodos de castigos y premios para el control inmediato del comportamiento del niño; mientras que los medios sociales favorecidos valoran la iniciativa y originalidad, adoptando reglas más flexibles (Moreno, 1995), de esta manera es que cierto tipo de comportamiento caótico puede ser resultado en cierto grado de una crianza caótica (Kinsbourne y Kaplan, 1990).
   Por otro lado, los trastornos psiquiátricos de los padres influyen en la aparición de problemas psicológicos en los niños, debido a que se alteran negativamente la interacción padre - hijo, sin embargo y a pesar que niños con TDAH hayan vivido en instituciones habiendo logrado un nivel de adaptación aceptable, se observa en ellos los síntomas de TDAH, que continúan aún después de haber abandonado la institución (Moreno, 1995), cabe destacar que la carencia de habilidades sociales en el niño, el menosprecio de sus compañeros de clase y un ambiente familiar y escolar desfavorable son factores que intervienen en los problemas de falta de atención y concentración que se refleja en un bajo rendimiento escolar (Kirby y Grimley, 1992).
   Por otro lado Kinsbourne y Kaplan (1990) destacan la influencia de muchos programas de televisión en el déficit de atención del niño, pues la sucesión de acontecimientos es tan rápida y variada que no permite analizarlos profundamente por lo que los niños hiperactivos pueden permanecer quietos por horas cuando miran la televisión porque no se le exige la generación de nuevos cursos de pensamiento.
 Factores prenatales.- Las teorías también sugieren que el abuso del alcohol durante el embarazo es responsable del TDAH, problemas de atención, trastorno de la conducta y retraso psicomotor (Good y Sherry 1984; Moreno, 1995), así como también que el hábito de fumar durante el embarazo puede producir anoxia fetal y bajo peso al nacer, que estaría relacionado con problemas de hiperactividad, sin embargo dichas complicaciones no afectan por igual a todos los niños prematuros o con bajo peso al nacer, por lo que sería considerado como uno de los factores pre disponentes, pues hacen al niño más vulnerable a la influencia negativa de otras variables ambientales.
 Finalmente, los factores aquí mencionados pueden interactuar conjuntamente a distintos niveles e intensidad, en tanto que los estudios se inclinan mayormente a considerar el desbalance bioquímico como causa principal del trastorno, por lo pronto se continúa admitiendo la idea que sugiere una etiología multifactorial, al no identificar un factor causal único.

TDAH (Trastorno por déficit de atención)

Los problemas de aprendizaje en los niños
los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Estos problemas pueden ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para muchos padres, ya que afectan al rendimiento escolar y a las relaciones interpersonales de sus hijos. Un niño con problemas de aprendizaje suele tener un nivel normal deinteligencia, de agudeza visual y auditiva.
Es un niño que se esfuerza en seguir las instrucciones, en concentrarse y portarse bien en su casa y en la escuela. Su dificultad está en captar, procesar y dominar las tareas e informaciones, y luego en desarrollarlas posteriormente. El niño con ese problema simplemente no puede hacer lo mismo que los demás, aunque su nivel de inteligencia sea el mismo.
Cómo detectar problemas de aprendizaje en los niños
Características de los problemas de aprendizaje
Social / Emocional. Niño hiperactivo, con baja autoestima y atención.
Niña con dificultades para estudiar y aprender
El niño con problemas de aprendizaje específicos presenta patrones poco usuales, a la hora de percibir las cosas en el ambiente externo. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su misma edad. Sin embargo, tienen en común algún tipo de fracaso en la escuela o en su comunidad.
Cuando un niño tiene problemas para procesar la información que recibe, le delata su comportamiento. Los padres deben estar atentos y observar las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:
Dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.
Problemas para recordar lo que alguien le acaba de decir.
Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.
Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Puede presentar tendencia a escribir las letras, las palabras o los números al revés.
Falta de coordinación al caminar, hacer deporte o llevar a cabo actividades sencillas como sujetar un lápiz o atarse el cordón del zapato.
Facilidad para perder o extraviar su material escolar, libros y otros artículos.
Dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiéndo el "ayer", con el "hoy" y/o "mañana".
Tendencia a la irritacióno a manifestar excitación con facilidad.
Los niños que tienen problemas del aprendizaje con frecuencia presentan, según la lista obtenida deWhen Learning is a Problem/LDA(Learning Disabilities Association of America), características y/o deficiencias en:
Lectura (visión) El niño se acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.
Escritura Invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene un pensamiento poco organizado y una postura pobre.
Auditivo y verbal El niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa al maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto.
Matemáticas El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos.